Ecuador frente al reto de la trazabilidad: ¿puede la pesca sostenible abrir más puertas al mundo?

Pescar con conciencia: Eliecer Cruz plantea una ruta para un futuro sostenible
“La pesca sostenible no es una opción, es una necesidad”. Con esa afirmación, Eliecer Cruz, director de la fundación de Conservación Jocotoco, planteó durante su participación en el programa una mirada crítica sobre los retos del sector pesquero ecuatoriano, y la oportunidad que tiene el país de ser un referente mundial en sostenibilidad marina.
Cruz mencionó que los océanos han sido usados, en muchos casos, de forma desproporcionada y sin tomar en cuenta la capacidad de recuperación de los ecosistemas. Sin embargo, también ve con optimismo los cambios que se están generando, desde la creación de nuevas áreas marinas protegidas hasta el avance en ordenamientos pesqueros en zonas económicas exclusivas.
“Es clave que los actores de la pesca industrial y artesanal comprendan mejor cómo funcionan las zonas de reproducción, forrajeo y alimentación de las especies”, afirmó. Para Cruz, ese conocimiento es la base para usar los recursos marinos de forma responsable y garantizar su disponibilidad para futuras generaciones.
Industria y artesanía: dos velocidades, un mismo mar
En su análisis, Cruz reconoció que el sector industrial ha avanzado significativamente gracias a su trabajo con organismos como la Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT), aplicando medidas como los “corralitos”, zonas protegidas temporales para favorecer la reproducción del atún. También valoró el esfuerzo en reducir la pesca incidental y mejorar los mecanismos de captura.
Además, advirtió que la pesca artesanal y semiindustrial todavía enfrentan muchos desafíos. En particular, señaló que la flota palangrera debe avanzar hacia prácticas más responsables, y que el país necesita fortalecer urgentemente la gestión de este sector.
Como ejemplo positivo, mencionó el caso de la pesca de langosta en Galápagos, donde se ha logrado una recuperación evidente de los tamaños y cantidades de los ejemplares capturados. Esto ha sido posible gracias a una madurez del sector pesquero local, que ha aprendido a respetar las tallas mínimas y evitar la captura de hembras ovadas.
El rol invisible de los pescadores durante la pandemia
Más allá de cifras y normativas, Cruz dijo que el valor humano y comunitario de los pescadores artesanales. Durante la pandemia, cuando Galápagos quedó aislado del continente y con escasez de alimentos, fueron ellos quienes salieron al mar con todas las medidas de bioseguridad para proveer pescado fresco a la población. En muchos casos, lo hicieron gratuitamente o cobrando un valor simbólico.
“Si no hubiéramos tenido un sector pesquero artesanal activo y comprometido, la situación habría sido mucho más crítica”, subrayó Cruz.
Una mirada integral a la pesca sostenible
El mensaje que deja Eliecer Cruz va más allá de lo ambiental: no puede haber sostenibilidad sin participación, conocimiento y justicia para quienes dependen del mar. La pesca sostenible debe unir ciencia, conservación y equidad social. Solo así, Ecuador podrá proteger sus recursos, su gente… y su futuro.
“Sí se pueden hacer las cosas bien cuando se trabaja juntos: pescadores, científicos y autoridades”, concluyó.