Ecuador frente al reto de la trazabilidad: ¿puede la pesca sostenible abrir más puertas al mundo?

¿Qué hay detrás de una lata de atún? Sostenibilidad, calidad y orgullo ecuatoriano
Expertos explican cómo Ecuador se posiciona en el mercado global del atún gracias a rigurosos controles de calidad, pesca responsable y certificaciones internacionales como MSC. Una historia que va del mar a la mesa, con sello sostenible.
Del océano a tu despensa, con sello azul
En una nueva emisión, el gerente de KAIF y experto en seguridad alimentaria, Jorge Cedeño, nos dio a conocer los procesos que garantizan que una simple lata de atún sea, en realidad, el resultado de una cadena compleja, exigente y cada vez más comprometida con el planeta.
El atún ecuatoriano particularmente las especies de aleta amarilla y barrilete ha alcanzado certificaciones MSC, un sello internacional que valida prácticas pesqueras sostenibles. “No es fácil obtenerlo”, explicó Cedeño, “pero Ecuador ya tiene dos y está en camino a una tercera”. Estas certificaciones aseguran que el producto ha sido capturado con métodos que respetan la vida marina, evitan la pesca incidental de otras especies y limitan el impacto en ecosistemas clave como arrecifes o zonas de reproducción.
Más que una lata: el riguroso camino hacia un atún con sello sostenible
MSC y APR (Atún de Pesca Responsable, de la Unión Europea) no son simples logros: implican auditorías, límites de captura, formación al personal y trazabilidad rigurosa desde el barco hasta la fábrica. El resultado, como lo describió Cedeño, es un sabor inconfundible: “Tú abres una lata de atún ecuatoriano y sabes que es de aquí. Tiene un sabor único y eso no es casualidad, es calidad certificada”.
En Europa, por ejemplo, los estándares son más estrictos y exigen incluso monitoreos remotos de las cámaras de frío. Pese a eso, el producto ecuatoriano ha ganado su espacio gracias a procesos que incluyen control de histamina, separación de líneas de producción, limpieza meticulosa y revisiones diarias con tecnología e incluso evaluaciones sensoriales del pescado por personal especializado.
Del mercado al plato: lo que debes saber como consumidor
¿Y si no estás frente a una lata sino en el mercado? Hay señales que indican frescura: olor neutro (no debe oler fuerte), firmeza al tacto (si se hunde al presionar, desconfía) y textura limpia. En caso de duda, mejor no llevarlo: “El pescado en mal estado puede provocar intoxicaciones graves, desde vómitos hasta cuadros de salmonelosis o reacciones alérgicas por histamina”, advirtió Sedeño.
Industria con conciencia y consumidores informados
El compromiso no solo recae en las grandes empresas. También nosotros, como consumidores, somos parte de la sostenibilidad. Desde elegir productos certificados hasta exigir calidad en nuestros mercados locales, cada decisión cuenta.
Mientras países como China, Rusia y la Unión Europea aumentan sus exigencias para permitir el ingreso de productos del mar, Ecuador responde con tecnología, formación, monitoreo y compromiso. Una simple lata de atún puede ser ejemplo de sostenibilidad, si sabemos mirar más allá de la etiqueta.
El verdadero valor del atún ecuatoriano está en su sostenibilidad
El atún ecuatoriano no solo se exporta con orgullo, se exporta con responsabilidad. Cada paso en la cadena de producción desde la pesca hasta el etiquetado es una oportunidad para cuidar los océanos, proteger la salud pública y asegurar un futuro alimentario más justo.