Ecuador frente al reto de la trazabilidad: ¿puede la pesca sostenible abrir más puertas al mundo?

Rumbo al 2025: desafíos y oportunidades para las exportaciones pesqueras y acuícolas del Ecuador
Pese a un año marcado por caídas en precios y mercados exigentes, el sector pesquero y acuícola ecuatoriano proyecta un 2025 con mejoras en competitividad, acuerdos comerciales y estrategias más sostenibles.
El 2024 ha sido un año complejo para las exportaciones del mar ecuatoriano. Sin embargo, los líderes del sector no se dan por vencido y, más bien, apuntan con decisión hacia un 2025 donde la innovación, la sostenibilidad y los acuerdos internacionales podrían marcar la diferencia.
Así lo explicó Fernando Navia, presidente del Directorio de la Cámara Nacional de Acuacultura, durante el programa. En una entrevista, expuso tanto las dificultades actuales como las líneas estratégicas que podrían darle un giro positivo al panorama del próximo año.
¿Qué ocurrió en 2024?
Navia reconoció que, a pesar del crecimiento en volumen exportado, los ingresos del sector disminuyeron debido a la caída de precios internacionales, el aumento en los costos logísticos y el fortalecimiento de monedas como el dólar frente a otras divisas. Esto afectó a productos clave como el camarón, el atún y las especies de pesca blanca.
Además, mencionó que algunos mercados, como China, han mostrado comportamientos menos dinámicos de lo esperado, mientras que Europa continúa con regulaciones cada vez más estrictas, especialmente en términos de sostenibilidad y trazabilidad.
La esperanza está en los acuerdos
Uno de los puntos clave para mejorar las condiciones de exportación en 2025, según Navia, es la firma de acuerdos comerciales. Actualmente, Ecuador se encuentra en procesos con países como Corea del Sur y Canadá, lo cual permitiría diversificar mercados y mejorar condiciones arancelarias. También destacó la importancia de renovar y fortalecer los tratados existentes con la Unión Europea y Estados Unidos.
“El futuro no está solo en vender más, sino en vender mejor”, señaló Navia, haciendo énfasis en la necesidad de reposicionar la imagen del producto ecuatoriano como sostenible, trazable y de alta calidad.
Competitividad interna: clave para el futuro
Navia fue enfático en que no basta con mirar hacia afuera. La competitividad interna debe ser fortalecida con acciones concretas: inversión en tecnología, eficiencia energética, mejora en la infraestructura portuaria y reducción de trámites burocráticos.
Además, indicó que se debe dar mayor estabilidad jurídica y fiscal a los actores del sector, algo que incide directamente en la atracción de inversión extranjera.
Retos ambientales y sostenibilidad
En un entorno global cada vez más exigente en términos ambientales, Ecuador debe avanzar en sistemas de producción más sostenibles. Navia reconoció los esfuerzos que ya existen, especialmente en la acuacultura, donde el país ha logrado certificaciones importantes. Sin embargo, considera urgente seguir mejorando en el control del uso de recursos naturales, el tratamiento de aguas y el respeto a los ecosistemas marinos.
“El mundo ya no compra solo productos, compra historias: de sostenibilidad, de trazabilidad, de impacto social”, afirmó.
Visión de largo plazo
Con una mirada optimista pero realista, Fernando Navia concluyó que el camino hacia una pesca y acuacultura más competitiva y responsable no depende solo del sector privado. Se necesita una articulación firme con el gobierno, la academia y las organizaciones internacionales.
“El Ecuador tiene el talento, la biodiversidad y la ubicación estratégica. Ahora nos toca alinear esfuerzos para convertir eso en ventaja real para el país”, cerró.