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Camaroneros ecuatorianos enfrentan crisis por daños climáticos e inseguridad
Pequeños y medianos productores reportan pérdidas millonarias tras sismos, lluvias y aguajes, mientras la delincuencia y la falta de apoyo estatal agravan la situación.
El sector camaronero ecuatoriano atraviesa uno de los periodos más críticos de los últimos años. Productores de El Oro, Esmeraldas, Manabí, Guayas y Santa Elena advierten que una combinación de eventos climáticos extremos, daños en la infraestructura y la creciente inseguridad ha generado pérdidas millonarias y afectado el sustento de miles de familias.
Impactos climáticos y daños en la producción
Mónica Mora, productora camaronera de El Oro, relató que los recientes sismos y aguajes inusualmente altos provocaron el colapso de muros y compuertas en numerosas piscinas, especialmente entre pequeños y medianos productores que operan con infraestructura artesanal.
“Con muros debilitados y lluvias intensas, fue catastrófico. Muchas piscinas listas para la cosecha quedaron inutilizables”, afirmó.
Pérdidas millonarias y cifras preliminares
Danilo Rengifo, presidente de la recién creada Federación Ecuatoriana de Acuicultores (FEDA), informó que solo en la provincia de El Oro se registran unas 3.400 hectáreas afectadas, con pérdidas que superan los 2 millones de dólares, cifra que podría aumentar conforme avanza el levantamiento de información.
“Hay camaroneros que han tenido que abandonar sus propiedades por inseguridad o porque no tienen cómo reparar sus muros”, señaló.
Inseguridad: un desafío tan grave como el clima
La delincuencia, coincidieron ambos representantes, se ha convertido en un problema tan grave como los embates climáticos. Robos a mano armada, extorsiones y amenazas son frecuentes en zonas productoras, sin que las autoridades logren frenar el avance del crimen organizado.
Aunque el sector cuenta con autorización legal para el porte de armas, los trámites son lentos y la burocracia limita su efectividad como medida preventiva.
La FEDA como nueva voz del sector
En medio de este escenario, la FEDA busca consolidarse como una voz unificada para los pequeños y medianos productores, históricamente rezagados en la toma de decisiones del sector.
Rengifo destacó que, a pesar de que Ecuador ostenta la marca país del “mejor camarón del mundo”, la realidad es que los precios que reciben en finca han caído drásticamente, en contraste con el valor de exportación.
Demandas y propuestas para la recuperación
La federación ya ha iniciado diálogos con el Ministerio de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca, solicitando líneas de crédito adaptadas a las necesidades del sector, mejoras en electrificación e infraestructura, y apoyo para abrir nuevos mercados.
Sin embargo, líderes gremiales advierten que mientras no se enfrenten las causas estructurales desde la especulación de precios hasta la falta de seguridad y conectividad, el futuro de miles de productores seguirá en riesgo.
Un llamado urgente a la acción
“Competimos en el mundo con pala y pico, mientras otros tienen tecnología y respaldo estatal. No podemos seguir invisibilizados”, concluyó Mora, quien insistió en que la recuperación del sector camaronero pasa por políticas públicas descentralizadas, inversión en innovación y un plan integral de seguridad rural.