Ecuador frente al reto de la trazabilidad: ¿puede la pesca sostenible abrir más puertas al mundo?

Ecuador y su atún: sostenibilidad, seguridad y mercados en juego
La industria pesquera ecuatoriana enfrenta 2024 con logros internacionales, retos de seguridad y nuevas estrategias para seguir liderando el Pacífico oriental.
Un sector que no se detiene
A pesar de las tensiones económicas globales, el 2023 fue un año de avances clave para la industria pesquera del Ecuador. Según el Ing. Bruno Leone, presidente de la Cámara Nacional de Pesquería, el país logró hitos como la certificación MSC del atún barrilete, un paso importante para consolidar el acceso a mercados internacionales con estándares de sostenibilidad.
Ecuador ya cuenta con certificaciones para las especies de atún barrilete y aleta amarilla que representan el 90% de las capturas de la flota, y se espera sumar al patudo en 2024. Estas certificaciones garantizan que el producto cumple con prácticas responsables y amigables con el ecosistema marino.
Más allá de los estándares
Organizaciones como Tunacons han ido más allá de lo exigido. Se han promovido prácticas voluntarias como el uso de plantados biodegradables con más de 1800 unidades sembradas, el marcaje de tiburones para estudiar su supervivencia tras la liberación, y talleres de capacitación a más de 140 tripulantes para el uso de buenas prácticas pesqueras.
También destacan los esfuerzos de limpieza marina en Galápagos, el reciclaje de más de 100 toneladas de redes de pesca en desuso y el monitoreo de 500 viajes de pesca en embarcaciones pequeñas, generando una base de datos robusta para decisiones futuras con inteligencia artificial.
Logros diplomáticos y desafíos estructurales
En 2023, Ecuador también logró avances en su reputación internacional. Uno de los hitos fue el proceso de eliminación de la tarjeta amarilla impuesta por la Unión Europea, lo cual fue posible gracias a un trabajo coordinado entre el sector público y privado desde 2019. Además, el país se convirtió en un referente global en gobernanza pesquera, liderando la presidencia de la Organización de Medidas del Estado Rector del Puerto de la FAO.
Sin embargo, los retos persisten. La inseguridad en zonas costeras no solo amenaza la operación de la industria pesquera artesanal e industrial, sino que también se ha convertido en un obstáculo para la inversión, el empleo y el crecimiento del sector. “El problema de seguridad ya es un problema económico”, advirtió Leone, refiriéndose al impacto en pequeños y medianos negocios que son víctimas de extorsiones o violencia.
Estrategias 2024: Ley IDEA, renovación y continuidad
Entre las prioridades del sector para el primer semestre del año está la aprobación en Estados Unidos de la Ley IDEA (Initiative for the Development of Ecuador Act), que permitiría la entrada de productos pesqueros ecuatorianos libres de aranceles. Este paso abriría nuevas oportunidades comerciales en un mercado clave como el norteamericano.
También se destaca la necesidad de renovar la flota pesquera, que ya supera los 40 años de antigüedad, y mantener el subsidio al diésel como apoyo a la competitividad. En paralelo, la Cámara de Pesquería prepara el lanzamiento de un libro histórico que documenta el desarrollo del sector durante las últimas cinco décadas, contado por sus protagonistas.
El sector pesquero ecuatoriano ha sabido adaptarse a un entorno cambiante con innovación, cooperación y compromiso ambiental. El mar no es solo una fuente de alimentos, sino también de identidad, empleo y futuro. En un contexto de desafíos globales y tensiones locales, seguir apostando por una pesca responsable y por una narrativa basada en evidencia técnica será clave para defender los derechos adquiridos del país en sus aguas. La sostenibilidad no es un discurso: es una práctica que Ecuador está decidido a liderar.