Pesca y acuacultura en Ecuador: el gigante económico que exige atención política urgente
Con casi 9.000 millones de dólares en exportaciones, el sector pesquero y acuícola ecuatoriano ha demostrado ser uno de los motores económicos más potentes del país. Sin embargo, a días de una nueva elección presidencial, quienes trabajan en esta industria piden que no se los vuelva a dejar fuera de la conversación.
En el programa en vivo de Azul Sostenible, se reunieron voces clave del sector para hablar sin rodeos sobre el futuro. Mauricio Salazar, presidente de Global Consult, y el ingeniero Guillermo Morán coincidieron en una demanda clara: el próximo gobierno debe tener una política pesquera y acuícola sólida, técnica y especializada, con visión a largo plazo. “Ya no es momento de improvisar ni de quedarse en discursos. Necesitamos acciones concretas”, insistió Salazar.
El motor económico que sigue en piloto automático
El sector no solo aporta divisas; genera miles de empleos directos e indirectos. Desde pescadores artesanales hasta plantas procesadoras, pasando por exportadores, transportistas y mujeres trabajadoras que limpian pescado a diario: esta cadena productiva sostiene la economía de muchas zonas costeras.
Pero hay desafíos. El actual esquema institucional, donde pesca y acuacultura son solo una parte más dentro de un ministerio gigante (Producción, Comercio, Inversiones, Pesca…), impide una atención especializada.“Generamos más que otros sectores y seguimos siendo el ‘y pesca’”, mencionó Mayi Zambrano.
Lo indispensable para que el sector crezca y compita con fuerza
- Un ministerio propio para pesca y acuacultura, con presupuesto, técnicos y voz en el gabinete.
- Políticas diferenciadas para pesca artesanal, pesca industrial y acuacultura.
- Inversión en investigación científica y formación profesional. “No tenemos ingenieros pesqueros saliendo de universidades en Guayaquil o Quito. Eso es un absurdo”, comentó Mayi.
- Fortalecer la defensa comercial del país ante competidores desleales. “Ecuador pesca con sostenibilidad. Otros países no. Y aún así, ellos venden más barato. Competimos en desventaja”, añadió Salazar.
¿Y el riesgo de no actuar?
La tan discutida estabilidad de la dolarización también depende de sectores que traen divisas. “No se puede hablar de proteger la economía si no se protege al sector que más exporta. Es un tema de visión estratégica”, afirmó Morán.
Un sector listo para trabajar en equipo
El sector privado no lo puede hacer todo. Necesita un Estado que entienda el potencial del mar ecuatoriano, que lo valore y lo potencie. “No pedimos privilegios. Pedimos ser escuchados, sentarnos en la mesa y construir juntos”, concluyeron.
