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Ecuador marca un hito: ingresa a la comisión internacional que protege los recursos marinos antárticos
El país se suma a la CCAMLR, reforzando su liderazgo pesquero y abriendo nuevas oportunidades de investigación y desarrollo sostenible en la Antártida.
Un paso histórico para Ecuador
Ecuador ha logrado incorporarse a la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCAMLR, por sus siglas en inglés), una organización internacional clave para la protección del ecosistema antártico y la regulación de las actividades pesqueras en esta región.
Este ingreso, que convierte a Ecuador en el miembro número 27, no fue un proceso sencillo. Inició en 2016 con un trabajo articulado entre Cancillería, el Ministerio de Producción, el Viceministerio de Acuacultura y Pesca, y el Ministerio del Ambiente. Finalmente, el país logró sumarse a esta comisión sin objeciones, lo que marca un precedente importante para la diplomacia y la gestión de recursos marinos.
¿Por qué la Antártida y qué gana Ecuador?
Para muchos, puede parecer extraño que un país tropical tenga intereses en una región tan lejana y fría. Sin embargo, Ecuador cuenta desde hace años con presencia científica en la Antártida a través de la base Pedro Vicente Maldonado. La adhesión a la CCAMLR refuerza estos intereses y amplía el alcance hacia la investigación pesquera.
Los beneficios no son menores: participación en la toma de decisiones internacionales, acceso a fondos para investigación y la posibilidad de que, en el futuro, empresas ecuatorianas puedan desarrollar proyectos en pesquerías antárticas, bajo estrictos estándares científicos y de conservación.
Además, se abren oportunidades para explorar especies como el krill —clave para la industria alimentaria, farmacéutica y cosmética— y el bacalao antártico, uno de los pescados más valorados del mercado por su calidad y alto contenido de Omega 3.
Una responsabilidad global: conservar y producir de forma sostenible
La Antártida es considerada la última frontera oceánica. A pesar de su aislamiento, enfrenta amenazas crecientes por el cambio climático y la pesca no regulada. Por ello, la CCAMLR impulsa medidas como la creación de áreas marinas protegidas, el establecimiento de cuotas y la investigación científica para garantizar el equilibrio entre aprovechamiento y conservación.
En palabras del delegado ecuatoriano Jorge Constain, “ser parte de la comisión significa confirmar nuestro liderazgo en sostenibilidad pesquera y sentarnos en la mesa donde se toman decisiones globales sobre conservación marina”.
Retos y oportunidades para el país
El ingreso a la CCAMLR implica también compromisos: Ecuador deberá presentar proyectos de investigación rigurosos para cualquier actividad en aguas antárticas, ya que la pesca con fines comerciales solo se permite bajo esquemas científicos. Esto abre el desafío de fortalecer la investigación marina nacional, un campo donde aún hay limitaciones por falta de infraestructura, como buques especializados.
Sin embargo, esta participación posiciona al país en redes estratégicas que podrían facilitar cooperación técnica, transferencia de tecnología y financiamiento para proyectos que impulsen la bioeconomía azul, un sector emergente a nivel mundial.