Ecuador frente al reto de la trazabilidad: ¿puede la pesca sostenible abrir más puertas al mundo?

El Dorado ecuatoriano: sostenibilidad con sabor a futuro
Un proyecto con más de 17 años de trabajo impulsa una pesca responsable del dorado en Ecuador, fortaleciendo la economía local y protegiendo la biodiversidad marina.
Un ceviche con conciencia ambiental
En la costa ecuatoriana, el dorado no solo es sinónimo de un delicioso ceviche, sino también de una oportunidad para unir conservación marina y desarrollo económico. La pesquería de dorado representa una de las actividades más importantes para el sector artesanal e industrial del país, con más de 200 embarcaciones nodrizas operando en coordinación con fibras artesanales y generando millones en exportaciones, especialmente hacia Estados Unidos.
Valeria Palau, técnica del proyecto de mejora pesquera Conservation Mahi Mahi, explicó cómo Ecuador ha consolidado un modelo de trabajo que apuesta por prácticas más responsables, pese a los desafíos institucionales y ambientales que enfrenta el sector.
Una guía para salvar tiburones y rayas
Durante el 2024, Conservation Mahi Mahi impulsó una serie de acciones concretas: desde monitoreos a bordo con cámaras instaladas en barcos, hasta talleres prácticos con pescadores en caletas clave como Manta, San Mateo y Puerto López. Uno de los mayores logros fue el desarrollo de una guía de buenas prácticas para la liberación de tiburones y rayas, especies que caen incidentalmente en la pesca de dorado.
“Liberar no siempre significa salvar”, advirtió Palau. Por eso, capacitar a los tripulantes en técnicas adecuadas puede marcar la diferencia entre la vida o la muerte para muchas especies marinas vulnerables.
Pescar sin fronteras: el desafío regional
El dorado es una especie migratoria compartida, sobre todo entre Ecuador y Perú. Sin embargo, las diferencias en políticas pesqueras como vedas en Ecuador versus cuotas en Perú dificultan un manejo conjunto. Aun así, iniciativas binacionales y esfuerzos técnicos buscan sentar bases comunes para garantizar que el recurso se mantenga saludable.
“La pesca nos enseña que no hay fronteras en el océano. Para proteger al dorado, debemos trabajar como región”, resaltó Guillermo Morán.
Un 2025 con metas claras
El próximo año, Conservation Mahi Mahi ingresará oficialmente al programa In Transition to MSC, un paso clave hacia la certificación internacional más reconocida en pesca sostenible. También se prevé continuar con el monitoreo, lanzar oficialmente la guía de liberación y preparar los datos científicos para una nueva evaluación de stock en 2026.
Todo esto se logra pese a la inestabilidad política y a la inseguridad que golpea al sector. “Ha sido un año de mucha paciencia”, admitió Palau, quien agradeció la confianza de pescadores y empresas procesadoras que siguen apostando por la sostenibilidad como camino.